La eliminación gradual de las cookies de terceros está en pleno apogeo
Las posibilidades de que las empresas recopilen datos sobre el comportamiento de compra de los consumidores son cada vez más limitadas.
Al inicio del comercio electrónico, la mayoría de la información se podía recopilar con libertad, pero desde entonces la recopilación ha estado regulada por normativas como el RGPD, que entró en vigor en 2018. Poco después, se decidió que el consumidor debía ser capaz de aprobar u optar por no utilizar cookies: un pequeño archivo de texto que el sitio web almacena en el ordenador de un usuario para recordar los ajustes y preferencias seleccionados.
Actualmente, hay un debate sobre las cookies de terceros, cookies que recopila un dominio distinto al que el usuario está visitando actualmente. Las cookies de terceros se utilizan a menudo para rastrear a los usuarios de Internet y mostrar publicidad dirigida, pero también para mejorar la experiencia del usuario en un sitio web haciéndolo más fácil de usar y personal.
El motivo de la eliminación gradual es que cada vez más usuarios de Internet han expresado su preocupación por el seguimiento y otras infracciones de privacidad que se realizan con la ayuda de cookies. En respuesta a esto, los principales navegadores han anunciado que ya tienen o tienen previsto empezar a eliminar gradualmente las cookies de terceros. Google planea eliminar gradualmente las cookies de terceros para 2024, mientras que Safari y Firefox ya han bloqueado muchas cookies de terceros.
Se espera que la eliminación gradual de las cookies de terceros tenga un impacto significativo en la industria de la publicidad digital. Para los comercios electrónicos, esto significa que tendrán que recopilar más datos propios para ser competitivos y seguir ofreciendo a los clientes una experiencia personalizada
Los datos propios son cada vez más importantes
Cuando desaparezcan las cookies de terceros, las empresas tendrán que utilizar otras tecnologías para recopilar información, lo que significa que los datos propios desempeñarán un papel cada vez más importante a la hora de ofrecer al consumidor una experiencia en línea personalizada.
En mayor medida que antes, las empresas necesitarán obtener información de los propios clientes, por ejemplo, requiriendo que se registren al comprar productos. A la mayoría de los consumidores (71 %) no les gusta tener que registrarse al comprar en línea.
Para las empresas que aún no tienen muchos miembros registrados o similares, la reticencia del consumidor a registrarse supondrá un gran reto. A medida que la información solicitada se vuelve más difícil de recopilar, se tendrá que animar al cliente ta que comparta información de otras formas. Por ejemplo, mediante ofertas exclusivas o descuentos para aquellos que deciden registrarse.
Fuente: Barómetro electrónico de 2022
